D. Carmelo Fernández Alcade

D. Carmelo Fernández Alcade

D. Carmelo Fernández Alcade

Profesor de colegio Peñalba

Carmelo Fernández Alcalde nació en Ventosa de Pisuerga, un pequeño pueblo en la provincia de Palencia. Es maestro, y ha dado clases en el colegio Los Robles (Asturias) y, actualmente, en Peñalba. Empujado por la imaginación de sus alumnos, se dedica a contar historias envueltas entre las tapas de un libro. Fue presidente de la Asociación de Escritores de Asturias. También dirigió la colección de cuentos Andanzas, publicándose siete libros, donde se cuentan historias escritas e ilustradas por jóvenes. Ha escrito numerosos guiones de cuentos para la televisión del Principado de Asturias (TPA).

Ha pasado más de un año desde su llegada a Peñalba, después de muchos otros de ausencia.
Comencé a trabajar en Peñalba, en el curso 1980-81. En el año 86 me fui a trabajar a Los Robles, colegio de Fomento en Asturias, y ahora he vuelto otra vez a Peñalba. Entre otras cosas, he echado en falta los famosos gallineros que estaban delante del colegio.

Estoy seguro que muchos de nuestros alumnos se acuerdan bien de usted, especialmente los de las primeras promociones y los que cursaron Formación Profesional.
He tenido ocasión y la alegría de saludar a unos cuantos antiguos alumnos, ahora padres de Peñalba. Pero les resulta mucho más fácil conocerme ellos a mí que al contrario. Lógico, yo los conocí en pantalones cortos.

Sin duda los recuerdos de aquellos primeros años habrán estado muy presentes.
Sí, vuelvo a trabajar con los antiguos compañeros, que siguen con el mismo entusiasmo que entonces; ves fotos de aquellos años, en blanco y negro; algunos alumnos me dicen: “Me ha dicho mi padre que usted le dio clase hace muchos años”. Y algunas veces, después de estar tantos años en Asturias, se me escapa algunas palabras o expresiones asturianas: por ejemplo, cuando he dicho: “No quiero ver a más de uno en la papelera el lápiz” o “pica en la puerta antes de entrar”. Cuando esto me ocurre, los alumnos me miran un poco extrañados.

Hay otra faceta de don Carmelo como escritor de literatura infantil y juvenil. Además de artículos y otras publicaciones, ha escrito tres novelas de literatura infantil-juvenil: Sácame de aquí, Ediciones Cálamo, 1998; El policía García y el caso de la extraña epidemia, Editorial Casals, 2004; La desaparición de Azul, Editorial CCS, 2009. ¿A qué se debe esta vocación literaria?
Cuando empecé a impartir clase de lengua, empecé a leer los libros que leían mis alumnos, compartiendo así con ellos las mismas lecturas. Luego, para trabajar la expresión escrita, durante las clases inventamos historias entre todos, que las escribimos primero en la pizarra y luego las pasan al cuaderno. Así fue como empecé a escribir, casi sin darme cuenta. Pues bien, una de esas historias un día se escapó de clase y acabó entre las tapas de un libro. Han sido, por tanto, mis alumnos los que me han acercado a la literatura infantil-juvenil (LIJ), los que me han empujado a escribir y a contar historias.

Lo más importante que debe hacer el maestro es enseñar a sus alumnos a escuchar, a hablar, a leer y a escribir.

Desde su experiencia como docente y escritor, ¿cree que se pueden alimentar vocaciones lectoras desde el colegio?
Para inculcar la afición por la lectura, pienso que habría que dar más protagonismo al libro de literatura infantil-juvenil (LIJ) en las clases de Lengua y Literatura. No hay que echar en el olvido que la Lengua es fundamentalmente un vehículo de comunicación, y por eso lo más importante que debe hacer el maestro es enseñar a sus alumnos a escuchar, a hablar, a leer y a escribir. Y, evidentemente, para lograr esos objetivos, creo que el libro de LIJ es, sin lugar a dudas, el mejor instrumento. En mi opinión, cuando los alumnos terminasen sus estudios en el colegio, tendrían que ser grandes lectores más que expertos filólogos.

He tenido ocasión y la alegría de saludar a unos cuantos antiguos alumnos, ahora padres de Peñalba.

Dado que es una persona muy vinculada al libro y a la lectura de los jóvenes, ¿se atreve a elaborar una lista de libros que juzgue imprescindible?
No soy muy partidario de hacer listas de libros para recomendar. Me parece que refleja la mala actitud del médico que, antes de ver al enfermo, ya tiene preparada la receta. Es necesario conocer al posible lector, y en esa tarea nadie mejor que los padres, los educadores y los bibliotecarios. Cada persona, cada niño y cada niña, son distintos, y tienen el derecho de leer un libro u otro, o de no leer ninguno de los dos, por mucho que alguien se lo haya aconsejado. Hay que tener en cuenta que también cada libro tiene su momento. No obstante, puedo sugerir a algunos autores que nunca me han defraudado y me han hecho disfrutar: Dahl, Lobel, Ende, Tolkien, Stevenson, Poe, Dickens… Y algunos libros que me han cautivado: El lugar más bonito del mundo (Cameron), Mi planta de naranja lima (Vasconcelos), El pequeño Nicolás (Gosciny), El señor de los Anillos (Tolkien), El hombrecito vestido de gris (Alonso), El perro que corría hacia una estrella (Mankell), Cometas en el cielo (Hosseini), La ladrona de libros (Zusak), El despertar de la señorita Prim (Sanmartín Fenollera) El bosque animado (Fdez. Flórez), Proyecto esposa (Simsion)… Y muchos, muchísimos más

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