Javier Ojanguren García (Hércules 2017) 

Nací en San Sebastián, en 1999. He vivido en Santander durante cinco años y en Cambridge, UK, durante tres. En 2011 mi familia se mudó a Valladolid y estudié en Peñalba ESO y BAC. En 2022, me gradué en Derecho por la Universidad de Navarra, donde estudié también varios años de Filosofía. 

A finales de 2023 dejé el despacho de abogados donde trabajaba para dedicarme por completo a mi banda (Besmaya) y a la producción musical. Actualmente vivo en Madrid.  
 

Javier, tu afición por la música comienza hace muchos años.

Si, cuando estaba en 2º de ESO, aquí en Peñalba, monté mi primera banda (Lost Children) junto con algunos compañeros de clase y otros amigos. Durante esos años tuve mis primeras experiencias con la música: grabamos un disco e hicimos varios conciertos. Aunque todo era a nivel amateur, aprendí muchas cosas durante esos años.

¿Cómo es el día a día de una persona que se dedica profesionalmente a la música?

Es un trabajo muy variado, que cambia casi cada semana, dependiendo de la época del año. Ahora, durante época de gira pasamos casi todos los fines de semana fuera de casa, tocando en festivales y en salas, y aprovechamos los lunes para descansar.

Entre semana nos centramos en componer, y solemos estar encerrados en el estudio o de retiros creativos fuera de Madrid. Cuando esa música se lanza al mercado, el trabajo se centra en su promoción en medios de comunicación y redes sociales.

“Durante época de gira pasamos casi todos los fines de semana fuera de casa, tocando en festivales y en salas”

También dedicamos tiempo a los asuntos más “empresariales” del proyecto, como reuniones de estrategia y seguimiento con nuestro manager, tour manager y discográfica.

Yo aparte, trabajo también como compositor y productor musical para otros artistas, que es un trabajo más técnico que se desarrolla en el estudio.

Es una profesión apasionante, pero a la vez, muy vocacional. Dedicamos muchas horas, al final acabas grabando, componiendo, girando y haciendo promoción casi constantemente. Sin embargo, no deja de ser una vida muy divertida, trabajamos en lo que más nos gusta.

“Es una profesión apasionante, pero a la vez, muy vocacional”

¿Cómo es la evolución de Besmaya desde su inicio hasta el momento presente?

En 2020, durante nuestro segundo curso de carrera, mi amigo Javi Echávarri y yo (somos un dúo) grabamos canciones en casa, las subimos a internet y en seguida empezaron a tener éxito en Spotify. Poco después se interesó por nosotros nuestra oficina de managers actual (Acqustic) y empezamos a trabajar con ellos más lanzamientos.

En 2022, nuestro manager nos dijo “Chicos, hay 100.000 personas escuchándoos mensualmente en Spotify, estaría bien hacer una mini-gira”. Nos lanzamos a esa gira sin haber dado nunca un concierto como Besmaya, y nos sorprendió que agotamos entradas en Pamplona, Madrid y Barcelona.

Por esas fechas también fichamos por Sony Music, con quien hemos publicado nuestro primer álbum, “Nuevos Lemas”, que defenderemos este año en una gira de más de 40 conciertos. Todo nos indicaba que el proyecto se iba haciendo grande y que había una posibilidad real de hacer de la música nuestra profesión.

Escuchando las canciones percibo en algunas un mensaje de transcendencia, de cuestiones que hacen pensar. ¿Puede ser esta la causa de que hayáis conectado con millones de jóvenes, según datos de Spotify?

Puede ser. Creo que al final todas las canciones que triunfan conectan con verdades y experiencias universales del ser humano. A nosotros no nos ha dado miedo hablar de la trascendencia en nuestras canciones, como parte de nuestra vida, de la misma forma que hablamos de irnos de fiesta o de otras cosas. Todo cabe en el lenguaje de la música popular.

“Todas las canciones que triunfan conectan con verdades y experiencias universales del ser humano”

Algo parecido ha sucedido con las canciones de Iñigo Quintero, también alumni del Colegio de Fomento Peñarredonda en La Coruña.

Si, aparte, Íñigo es amigo nuestro, y yo he trabajado personalmente como productor en su último disco. Es un artista con mucho talento. Creo que su éxito ha contribuido a que la trascendencia tenga su hueco en el pop. Al fin y al cabo, es parte de la vida de muchas personas y como tal, es normal que se trate en las letras de la “música para masas”.

Sin embargo, creo también que es muy importante huir de las etiquetas: un artista pop que, en un momento dado, habla de su fe en sus canciones no tiene por qué ser catalogado como “música cristiana” o “religiosa”. Esto sería tan ridículo como llamar “música de drogas” a todas las canciones que mencionen drogas, y nunca hemos puesto esta etiqueta a la archiconocida “Carolina” de M-Clan, una canción que habla abiertamente de la adicción a la heroína y que todos hemos coreado alguna vez.

Las etiquetas hacen parecer que ciertas canciones son sólo para un grupo determinado de gente, y la magia de la música popular es que une a gente muy diversa. El pop es el pop y es para todo el mundo, ya sea que hable de drogas, de amor, o de Dios.

Han pasado unos años desde que dejaste las aulas de Peñalba y seguro que recuerdas a tus compañeros, profesores y algunas anécdotas o historias que ahora con el paso del tiempo provocan una sonrisa en ti y en quienes lean estas palabras.

La verdad es que sí. Recuerdo con mucho cariño cómo don Pablo Villalobos me animó a tomarme con seriedad mi afición a la música, a buscar la perfección humana también en los conciertos y las canciones que hacía y cómo don Alberto Barrera me dejaba “escaparme” antes de clase para irme al estudio cuando estábamos grabando un disco. Siempre me sentí muy apoyado, algunos profesores (Iñaqui Pérez, Manolo Brisset…) venían a algunos conciertos de mi banda de entonces ¡Incluso el capellán del cole (don Fran) vino a alguno! Creo que es bueno siempre recordar de dónde venimos, y volver al colegio o participar en actividades de la Asociación Alumni ayuda mucho.

¿Dónde podemos veros en directo?

Tenéis todas nuestras fechas en www.besmaya.es, nuestra gira pasa por Valladolid el 19 de octubre de 2024 en Desierto Rojo.

Share This Post On