Juan Moreda Otero (Universal 2004)

Juan Moreda Otero estudió Derecho en la Universidad de Valladolid. En 2015 ingresó en la Carrera Diplomática. Después de un tiempo trabajando en la política exterior y de seguridad común de la Unión Europea fue nombrado Cónsul General en Lagos (Nigeria). En la actualidad está en la Embajada de España en Seúl (Corea)


Todavía recuerdo unas palabras tuyas de hace ya unos años: “la vida del opositor exige un esfuerzo intenso y continuado que no ofrece ninguna satisfacción a corto plazo, y cuyo premio a largo plazo se ve inalcanzable”. ¿Cómo ves ahora tu vida después de los primeros destinos diplomáticos?
Desde luego mi día a día es muy distinto al que tenía cuando era opositor, pero esos años te enseñan a gestionar las expectativas y eso es necesario en la vida de un diplomático. La diplomacia está hecha de paciencia, de saber que los pocos años que ocupas un puesto sirven para unos objetivos a largo plazo que a veces intuyes y a veces no. Los años de oposición también enseñan a convivir con uno mismo y eso es muy útil cuando uno llega nuevo a un país sin conocer a nadie.

En 2015 –superadas las oposiciones- ingresas en la carrera diplomática.
Sí, después de un breve paso por la Escuela Diplomática me incorporo al Ministerio de Asuntos Exteriores a trabajar, con un poco de miedo pero con mucha ilusión. Todavía me acuerdo que mi primer viernes salimos de la oficina a la una y media de la mañana. Y algunos dicen que los funcionarios no damos un palo al agua.

También me decías “La vida del diplomático, que me espera si acabo aprobando, es con frecuencia emocionante, pero más allá del tópico, tiene también una faceta tediosa y solitaria, que hay que resistir”.
Y así es, la Carrera Diplomática te permite ver el mundo desde una perspectiva muy distinta a la de la mayoría de la gente, pero eso también comporta un precio en disponibilidad al servicio del Estado.

«La Carrera Diplomática te permite ver el mundo desde una perspectiva muy distinta a la de la mayoría de la gente, pero eso también comporta un precio en disponibilidad al servicio del Estado»

¿En qué consiste el trabajo diplomático?
Es una de las profesiones con ocupaciones más variadas, desde ejercer de notario o de encargado del Registro Civil a escribir informes sobre los acontecimientos políticos del país en el que estás destinado, u organizar eventos culturales que muestren España a los extranjeros o explicar el punto de vista de España a las autoridades ante las que estas acreditado sobre algún asunto de actualidad. La verdad es quesería imposible hacer un listado exhaustivo de todo lo que podemos llegar a hacer.

Y llega tu primer destino en el exterior.
En efecto, en junio de 2018 aterrizo en Lagos, un ciudad caótica de más de veinte millones habitantes. Me encuentro de golpe con la responsabilidad sobre los visados para ir a España de todos los habitantes de Nigeria y de Benín, bastante más de doscientos millones de personas. A veces resultaba más complicado hacer frente al creciente número de solicitudes que decidir sobre cada una de ellas. Aunque los visados tienen fama de aburridos, son muy útiles para conocer un país por dentro. Los expedientes, los distintos perfiles –estudiantes, turistas, empresarios, matrimonios mixtos-, acaban siendo como una prospección en la sociedad local.

«Quizá de todo lo que me enseñaron en Peñalba lo que mejor me ha venido ha sido el esfuerzo por trabajar con orden»

El año 2020 el mundo entra en una pandemia cuyos efectos todavía estamos padeciendo.
Y entonces la vida de todo el mundo se transforma. Nigeria cierra el espacio aéreo, como lo hicieron muchos otros países, de manera que el cometido del Consulado cambia repentinamente. Ya no nos dedicamos a los visados sino a evacuar a los españoles no residentes en Nigeria que se hubieran quedado varados, y esto mientras estamos confinados en el propio Consulado. Las primeras semanas, el teléfono no dejaba de sonar y tuvimos que hacer un juego a varias bandas con los demás consulados en la ciudad, con nuestra Embajada en Abuja, la capital de Nigeria, y con los servicios centrales del Ministerio de Asuntos Exteriores para ir consiguiendo asientos para los españoles en los pocos aviones que las autoridades nigerianas iban autorizando. Cuando surge una emergencia aparecen ciudadanos españoles en los lugares más insospechados, pero también aparecen las mejores ocasiones y muchos colegas muestran su mejor lado.

«Creo que la agenda que teníamos que usar a diario para apuntar los deberes es uno de los hábitos adquiridos en Peñalba que más me facilitan el trabajo»

Y ahora en Corea del Sur.
Sí, después de tres años en Nigeria, en agosto me trasladé a Seúl. Aquí las cosas son muy distintas. Somos tres diplomáticos en la Embajada y podemos tener un reparto de tareas que hace mi trabajo más previsible. Ahora me ocupo sobre todo de los asuntos culturales y consulares. Aunque Seúl tiene más o menos el mismo tamaño que Lagos, la vida aquí es mucho más ordenada, aunque también estoy más lejos de casa.

Quieres añadir algo más.
No dejo de acordarme de Peñalba, de mis amigos de clase, con la mayoría de los cuales todavía mantengo un contacto muy estrecho, y de lo mucho que aprendí. Quizá de todo lo que me enseñaron en Peñalba lo que mejor me ha venido ha sido el esfuerzo por trabajar con orden. Creo que la agenda que teníamos que usar a diario para apuntar los deberes es uno de los hábitos adquiridos en Peñalba que más me facilitan el trabajo. Espero que esa buena costumbre no se haya perdido en el colegio.

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